Mi mundo, Mis preferidos

Bastón y cimientos

Puedes llamarlo amor, pero es otra cosa. Es saberte cómplice y amigo, sentir lo que siente.
Llámalo amor, si quieres, pero  es más y es distinto. Es saber lo que piensa, pensar que lo sabe. Conocerte más que tú mismo.

Dices que es amor, pero es más poderoso que tu fe y más fuerte que tu devoción.  No mueve montañas, pero te otorga la fuerza para hacerlo por ti mismo. No te pide  penitencia, ni que te arrodilles. Solo ternura y respeto. Generosidad y paciencia.

Sientes que es amor, y lo es, pero va más allá. Porque amor es también el de tu
madre y el del flechazo y cama. El de treinta citas. El de tu amigo. Pero nada es
como esto. Ahora hablo de complicidad y de empatía. Ahora te hablo del amor atemperado, de aquel por el que ha pasado el barniz brillante de los años, que da lustre. El que ya no resopla ni se enfurece, el que no se acobarda ni se envalentona. El amor más limpio, el más sincero. El que ya no esconde nada porque lo sabe todo.

¿Sabes ya qué amor te digo? ¿Ese que te quita la cáscara con una mirada, el que habla sin palabras? ¿El que te guiña el ojo porque te entiende? ¿Que ríe y que llora contigo?

Te digo que hay un amor, diferente por ser más grande, curtido a golpe de  convivencia. Que supera un millón de obstáculos y aún no se sofoca, que no
necesita tequieros, o pronunciarlos.

Es un amor insobornable. Sin quebranto posible. Seguramente, eterno. Es el amor de la pareja, que se gira y muta en otra cosa y te convierte en compañero. Compañera ella y, al tiempo, la madre de tu hijo. Es saberla tu bastón y tus cimientos.

Te cuento, amigo, cómo es lo que ya sientes, o lo que sentirás. Puedes llamarlo  amor, pero es otra cosa.

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4 Comments

  1. Niño to esto lo has escrito tu solo? Es unas de las cosas mas bonita que he leído sobre una pareja,me alegro un montón x pa parte que le toca a mi amiga bestias

    1. Jajaja. Claro que lo he escrito yo solito, ya ves tu amigo, que sabe escribir y todo :)

      Te lo regalo, pa que se lo regales al gran dortó. Un abrazo fuerte.

  2. Acabo de leer esta carta abierta tuya, amigo genio. Parece a simple vista que se la estás escribiendo a tu pareja, a tu ‘santa’… Pero creo que no. Va más allá. No porque al escribirla no estuvieras pensando en ella, que seguro. Creo, más bien, que estabas abriendo el portalón del alma tuya, justo en lo alto de cualquier ‘cabezo’ de los de tu tierra y desde allí, gritar desde tu magnífica pluma (las plumas también gritan) este bello texto, que, insisto, sin dejar de hablar de ella, habla más de tí, que de otra cosa.

    Y ¿sabes, Paco? Cuando te cruzas con estas cosas (tu carta) ocurre como cuando lo del fenómeno de la osmosis. Es como si de alguna manera todos estuviéramos en lo alto de ‘nuestro cabezo’, gritando, cada cual con su pluma: “Yo también. Así me siento”…

    Un abrazo y besitos al tocayo.

    1. Gracias y abrazos a ti, maestro, por devolverme aquel día a mi estado natural: escribir. Cuando se hace desde el corazón, los demás lo entienden. Es lo que tienen los corazones: todos hablan el mismo idioma. Entre ellos se alimentan.

      ¡Genio!

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