Huelva

Lo que queramos ser

Confieso que hay veces en que me asombra la capacidad del personal para tragarse lo que sea sin cuestionárselo siquiera, sin preguntarse si la fuente es o no fiable o si se denota alguna intencionalidad. En Huelva (imagino que en todas partes) pasa mucho, pero muy especialmente (esto ya no pasa en tantos sitios) cuando se trata de algo ‘malo’. Huelva es especialista en merendarse como cierta cualquier noticia que le afecte negativamente. Por ejemplo: ante el binomio ‘amenaza terrorista / Polo Químico’, todo el mundo asume como verdadera cualquier información, sea la que sea. Si alguien sale diciendo que Huelva está en peligro de explosión desintegradora debido a la posible colocación de una bomba ‘alqaedense’ en los bajos de Refinería, todos dan por hecho que es así, sin preguntarse nada más.

A lo que iba: pulula ahora por la Red un artículo, manifiesto, alegato… en el que se invita a la juventud a irse de Huelva ante el ‘subdesarrollo’ de la provincia y la práctica imposibilidad de crecer profesional y personalmente en esta tierra. Se esgrimen varios argumentos de opinión, con los que se podrá estar o no de acuerdo (más adelante hablaremos de eso), pero lo que me mosquea es que se usen como razones objetivas algunos datos que no son siquiera reales, sino suposiciones sacadas de no sé dónde o viejas ‘leyendas’ de Huelva (por supuesto, malas). Y lo que me remata es que la gente se los trague sin ningún pudor.  Por ejemplo:

– Se dice que la población onubense ha descendido en los últimos años. Falso. Según los dos datos del INE (padrón de habitantes), entre 2000 y 2009 no sólo no ha descendido, sino que ha aumentado, pasando de 458.998 a 513.403 habitantes.

– Se asegura que el PIB y la riqueza provincial supone algo menos del 5% de Andalucía. No es un dato malo en sí mismo (podría ser mejor, eso sí) en tanto que la población de Huelva es aproximadamente el 5% de la andaluza. En números enteros, Huelva es efectivamente la última provincia andaluza por su PIB. Se obvia  sin embargo el dato de renta per cápita (euros por habitante), indicador real de la riqueza media, que sitúa a la provincia en el segundo puesto de Andalucía, sólo superada por Almería.

– Se dice que la primera empresa onubense no está entre las primeras 100 del ranking de empresas andaluzas. Falso. Primero, porque la primera empresa onubense no es una cadena de supermercados, sino una metalúrgica. Su nombre es Atlantic Copper, y aunque tenga un nombre muy ‘guay’ e inversores norteamericanos, lo cierto es que está inscrita en el Registro Mercantil de Huelva y, lo importante, paga sus impuestos en Huelva. Segundo, porque Atlantic Copper es la tercera empresa andaluza, según los datos de Analistas Económicos de Andalucía, la referencia en este tipo de informaciones.

– Asegura el artículo que la población onubense jamás ha salido a la calle a reclamar sus derechos. Es probable que no recuerde o no haya vivido la movilización del 3-M y las tres facultades, un masivo movimiento ciudadano auténtico germen de nuestra Universidad.

– Esta es buena: “Es una de las zonas de España con mayor indice de enfermedades provocadas por la contaminación”. Ahí, de golpe, sin ningún dato ni fuente que confirme esta afirmación. Es una de las más famosas leyendas urbanas de Huelva. No sólo no hay datos que lo confirmen, sino que muchos lo desmienten, por ejemplo el impresionante estudio del CSIC sobre impacto ambiental en el área de la Ría de Huelva, que descarta la relación entre mortalidad y contaminación atmosférica (insisto: no descarta la contaminación, sino la relación con la mortalidad).

– Efectivamente Huelva es una de las provincias con más paro de España. En el marco andaluz (la región con mayor tasa de paro tras Canarias), está más o menos en medio (5º lugar). Se trata de un problema estructural que Andalucía debería corregir de una vez por todas. Aunque no es fácil.

– “Tiene una gran parte de la provincia dentro de espacios protegidos pero no se ha hecho nada para que esta riqueza natural reporte beneficios a la población local”. Desconoce el autor el valor vital que para las economías de las comarcas de Doñana y la Sierra de Aracena y Picos de Aroche está aportando esta protección. Ahora sus productos y servicios son reconocidos mundialmente por su sostenibilidad y su calidad.

En cualquier caso, y al margen de los datos, coincido en muchas cosas con este artículo. Suscribo algunos de sus planteamientos, que no la conclusión (aunque quiero pensar que su autor hace un ejercicio de ironía más que un planteamiento real). Huelva es una provincia acomplejada, como aseguraba hace un tiempo en ‘El culo del mundo’. Hemos vivido durante muchas décadas creyéndonos menos de lo que somos, un complejo de inferioridad que termina siendo un lastre para nuestro crecimiento. Un auténtico círculo vicioso.

La supuesta indolencia de Huelva tiene su único origen en un monumental sentido del ridículo y por supuesto en el acomplejamiento masivo de su gente. El onubense medio piensa que no merece la pena moverse porque no nos van a dar nada PORQUE NO NOS LO MERECEMOS. Puede que la experiencia nos parezca poco tranquilizadora al respecto, pero históricamente cuando ha habido un movimiento ciudadano real en esta provincia, las cosas han cambiado. De todas formas, el futuro de Huelva no creo que pase por movilizarnos cada diez minutos para pedir o exigir tal o cual cosa. Somos los propios onubenses quienes debemos tener claro que el camino lo construimos nosotros, a base de tesón, imaginación, creatividad, formación y conocimiento. No necesitamos un aeropuerto, ni autovías, ni subvenciones. Todo eso, espero, llegará, pero no podemos hacer una rémora de lo que no tenemos, sino, más bien al contrario, aprovechar con eficiencia aquello con lo que contamos.

Sabemos que Huelva es una ciudad industrial. Ante esta certeza quedan dos caminos: el del onubense que rechaza la realidad o el del que la aprovecha. ¿Sabéis cuántos ingenieros, economistas, informáticos, profesores y estudiantes universitarios, entre otros muchos profesionales, trabajan cada día hacia la excelencia, desarrollando proyectos de investigación de talla y reconocimiento internacional y creando tecnología propia? La mayoría de ellos son onubenses que decidieron crecer profesionalmente en su tierra y aportar, desde su parcela, un granito de arena al desarrollo de la provincia.

Es sólo un ejemplo. Hay centenares, posiblemente miles. Mi propia empresa, de Huelva, con una tecnología propia, hecha por onubenses, compite sin complejos con potentes compañías nacionales e internacionales del sector del clipping. Sin subvenciones ni autopistas ni aeropuertos. Sólo con muchas ganas y más imaginación. Son muchas industrias agrarias, ganaderas y pesqueras, muchas empresas de base tecnológica,  muchos comercios, muchos profesionales autónomos… Son muchos onubenses los que con la pequeña aportación de su trabajo diario quieren dar ‘algo más’, un plus de calidad, innovación y creatividad que permitirán construir la Huelva del futuro.

Que la Junta y el Gobierno han permitido e incluso propiciado el subdesarrollo de nuestras infraestructuras: Sí.

Que nunca han invertido lo que deberían o, como mínimo, lo que sería de justicia: Sí.

Que una parte de la clase política onubense sólo busca un asiento en Sevilla, aún a costa de su propia tierra: Sí. Que otra parte no se atreve a defender Huelva por miedo a perder su trono, también. Que el resto quiere hacernos creer en una Huelva de pandereta tan ficticia como errónea, por supuesto.

Que muchos ciudadanos viven en el conformismo y la desidia: Sí. Que son todos: Definitivamente, no. Ni siquiera una mayoría.

Jóvenes: quedaos en vuestra tierra y haced de ella lo que, en el fondo, todos sabemos que puede llegar a ser: una provincia pequeña, posiblemente subestimada, seguramente agraviada, objeto de injusticias y engaños, pero que a pesar de todo no permanece quieta, mirándose el ombligo, o retorciéndose de pena mientras se consuela consigo misma, sino que lucha y trabaja por romper barreras.

Huelva es más de lo creemos, porque Huelva es lo que queramos que sea.

Por cierto, el texto de marras:

http://www.facebook.com/note.php?note_id=176175119063508

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5 Comments

  1. “¿Sabéis cuántos ingenieros, economistas, informáticos, profesores y estudiantes universitarios, entre otros muchos profesionales, trabajan cada día hacia la excelencia, desarrollando proyectos de investigación de talla y reconocimiento internacional y creando tecnología propia?”

    ¿Cuántos de ellos lo hacen gracias a una beca ridicula?
    ¿Cuántos de ellos tienen que largarse no sólo de Huelva, sino de España cuando su beca finaliza?

    1. Pues no lo sé. Sí sé, porque los conozco, que muchos investigadores se quedan en Huelva, y que otros se van porque quiere (por lo dices, muchos otros porque no tienen más remedio). No tiene nada de malo salir fuera, al contrario, pero no es de recibo animar a la huída en lugar de a tirar para adelante

  2. paco comparto mucho de lo que pones, te felicito por luchar más alla de falsos estereotipos con los que se intenta fustigar a nuestra Huelva, la de todos. Sigue en tu critica positiva que esa es la fuente de la que deben beber las administraciones para hacer una buena politica cercana al ciudadano. Mil gracias por defender y escribir con sentimiento. Un abrazo. Quiero A Huelva

    1. Gracias, Alberto. Creo que es hora que poner en valor a las personas por encima de cualquier otra cosa. Si queremos, podemos. Trabajar y aprender en lugar de apiadarnos de nosotros mismos.

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