Leí en alguna parte que Manolo García tiene una canción para cada estado de ánimo. Puede que sea así, aunque mi teoría es otra: las canciones de Manolo García son distintas con cada estado de ánimo. Se renuevan con lo vivido. Me ocurre a menudo: canciones que hace seis años me contaban una historia, en ciertos momentos de mi vida han descrito mis sentimientos, poniendo palabras donde yo solo he sido capaz de colocar una sensación.
Mi capacidad para escribir sobre sentimientos se limita prácticamente a lo que siento. Dicho de otra forma: no puedo escribir sobre sentimientos que no estoy experimentando en el momento en que escribo. Lo de Manolo es una suerte. Un don. Hace unos días, contaba en la radio que el primer single de su nuevo disco, Un giro teatral, había surgido después de pegar la oreja en una disputa amorosa de barra de bar. Puede que en su vida haya conocido a la mala compañía de Un giro teatral, pero Manolo tiene una extraordinaria capacidad para absorber sentimientos, como por fotosíntesis, y ponerlos luego sobre el papel, juntando letras.
Así que estoy seguro de que dentro de unos años escucharé alguna canción de Los días intactos y me sabrá distinta porque habré experimentado otras cosas. La edad, el paso de los años, que a to quisqui nos cobra su tributo en forma de alegrías y sufrimientos nuevos. Redescubrí Malva o Del bosque de tu alegría con la muerte de mi padre; y con cierto traspiés entendí Sin que sepas de mí o Por respirar.
A falta de lo que esté por venir en mi vida, y de lo que redescubra con ello, por ahora Manolo García recoge en su nuevo disco su universo de siempre: amor (desamor), soledad, naturaleza, viejos oficios y antiguas palabras. Renacentista desde que fuera uno de los últimos de la fila, vuelve a la carga con sus particulares versiones del Tempus fugit y el Beatus ille. Aderezado todo con una producción magistral, más guitarreo que de costumbre, nuevos instrumentos, melodías geniales y miles de matices que se van descubriendo con cada nueva escucha.
La música de Manolo García no gusta a todo el mundo, pero hacerse con el primer disco de oro a las pocas horas de ponerlo a la venta no está al alcance de cualquier músico español. Su música y sus letras, sin duda, son una razón para eso, pero hay mucho más detrás de su legión de seguidores, entre los que me incluyo: una integridad a prueba de bomba, un compromiso social que va de las palabras -que también- a los hechos, coherencia y una humildad que asombra a cualquiera que haya tenido la oportunidad de conocerlo en persona. No estamos acostumbrados a que un artista que ha vendido millones de discos se presente tan normal ante nosotros. Que solo pretenda hacer su trabajo, su oficio. Igual que el zapatero remienda pieles o pone suelas, el suyo es hacer música para alegrarle la vida a los demás. Como quien da un refresco.
No me pidáis que sea objetivo con la música de Manolo García, porque no puedo. Cuando la música se convierte en sentimiento es imposible no ser subjetivo. Cuando una canción, un estribillo, un acompañamiento o un simple acorde te pone la piel de gallina. Cuando una estrofa evoca tus sentimientos más profundos (y escondidos) y los saca aguándote los ojos. Cuando una letra te desmembra y te convierte en otro. Cuando una melodía te hace sentir tan bien. No me pidáis que razone o argumente, que sea crítico ni lógico. Nadie puede hacerlo cuando la música te estira la piel y el vello, cuando no lo puedes controlar, cuando Sentir se come a Pensar.
¿O acaso nunca habéis sentido eso? Hacedlo alguna vez. Sentidlo. Es ancestral. Sed libres un rato.
Que bueno Paco, yo tampoco puedo ser objetivo con Manolo Garcia porque a compuesto con sus canciones una banda espectacular a gran parte de mi vida.
Gracias, José Ángel. Totalmente de acuerdo. Podría resumir gran parte de mi vida con canciones de Manolo y EUDLF. Grandes.
Dios que belleza de entrada…entiendo y siento así exactamente..gracias…
Gracias a ti por tus palabras. Un saludo
impresionante, una crítica a la altura de la obra. Seguidor de Manolo García desde hace más de 20 años entiendo lo que dices, pero no hubiese sido capaz de explicarlo tan, tan bien. Y no, yo tampoco puedo ser objetivo…
Muchísimas gracias. ¡Más quisiera estar a la altura del Maestro!
REalmente me han impresionado tus palabras. Has descrito perfectamente como nos sentimos los que amamos la música de Manolo Garcia, y a su persona. Porque detrás de este gran músico, se esconde una gran persona, que me encantaria conocer algún dia.
Muchas gracias, Chusa. Creo que a todos nos gustaría echar un rato en el bar con Manolo
Un saludo