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Miguel Ángel Fernández: “El fandango tiene una capacidad de emocionar que pocos cantes igualan”

06/06/2021

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“El fandango tiene una capacidad de emocionar que pocos cantes igualan”

El periodista especializado en flamenco defiende una celebración del Día del Fandango el 13 de junio para homenajear al cante onubense: “Cogeré mi guitarra, buscaré a unos amigos y saldré a cantar fandangos”

Andevaleño y fandanguero. Uno no sabe si fue antes el huevo o la gallina, aunque probablemente nacer y crecer escuchando valientes de Alosno haya influido algo en el gusto, el respeto y la devoción que Miguel Ángel Fernández profesa por el fandango, un cante que no es chico sino enorme y que se ha empeñado en rescatar de la historia del flamenco. No ha sido un trabajo fácil, como no lo es cantar un fandango, pero ha merecido la pena. Junto con Luis Soler Guevara, Manuel Romero Jara y Faustino Núñez ha creado ‘Huelva, tierra de fandangos’, una auténtica enciclopedia del cante onubense más emblemático. Miguel Ángel Fernández ha sido durante 30 años Jefe de los Servicios Informativos y editor y presentador de diferentes programas en Canal Sur Radio y Canal Sur TV, además de director de FlamencoRadio.com y de la programación flamenca de Canal Sur. Sabe de esto, vaya, y no se corta un pelo en decir que el fandango de Huelva es “la madre del 40 por ciento de los cantes flamencos actuales”. Por eso cree que se merece, cuanto menos, tener su propio día, concretamente el 13 de junio (el día en que nació Paco Toronjo y en el que Antonio Rengel celebraría su onomástica). Una fecha en la que anima a “salir a cantar fandangos” en reuniones en las calles, en las plazas, en las peñas o en los campos, porque “el fandango es patrimonio popular, no se olvide”.

-¿El fandango es un cante menor?

-La clasificación de cante chico y cante grande, que se inventó en los años 20 del siglo pasado, trató de categorizar los cantes y situó al fandango como si fuera de segunda división. Pero infravalorar unos cantes con esa intención prejuiciosa no se ha correspondido nunca con la realidad sociológica ni musical del fandango. Había otras maneras de reivindicar el valor de lo jondo sin llegar a menospreciar a cantes tan queridos por el público. Esa división fue aberrante. Se hace mucho daño con estas cosas. Aquello que dijo Chacón de que el fandango “eso ni es flamenco ni es na. Un cante pa cocineras, sin estilo y sin gracia” todavía sigue perjudicando el valoración del fandango en ciertos ámbitos. Pero desde hace décadas ésta división de cante menor, cante mayor es una cuestión zanjada. Decía el maestro Manolo Sanlúcar, en una tertulia después de escuchar a Paco Toronjo, que “no hay cante grande ni chico; el que dimensiona al cante es el intérprete”.

POPULAR
El fandango es el cante más grabado y más cantado de todos los que existen en el flamenco

-¿Qué supone para el flamenco?

-Histórica y musicalmente, el fandango es el venero, la madre del 40 por ciento de los cantes flamencos actuales. Partiendo desde el puro folclore, el fandango se fue aflamencando y desarrollando una variedad extraordinaria de cantes. El fandango es el cante más grabado y más cantado de todos los que existen en el flamenco. En las primeras grabaciones registradas (El Mochuelo, Niña de los Peines, Teresa España, Emilia de Benito) están ya los estilos de Huelva. Y esto ha sido así desde siempre. Todos los grandes artistas del flamenco lo han cantado y lo cantan, con mayor o menor gracia. Si nos fijamos en los fandangos de Vallejo, de Pepe Marchena, de Cepero… encontramos en ellos la presencia del estilo de Huelva.

-¿“Huelva, tierra de fandangos” es un reconocimiento o un homenaje?

-Es ambas cosas: reconocimiento porque ese bosque maravilloso de sonidos y melodías diferentes que constituyen nuestros fandangos lo merece, porque es una música que está en todos los rincones de nuestra sociología, en la vida cotidiana, en la fiesta, en el trabajo…, como una banda sonora de nuestra idiosincrasia. Y es homenaje porque es un cante vivo, patrimonio de la gente al que debemos nuestra identidad musical. Lo primero que se enseña a los alumnos en las academias de las Peñas flamencas y en las escuelas privadas es el fandango como primera asignatura, y eso es admirable. Fíjate: el fandango de Huelva es el cante que más renovación y nuevas aportaciones tiene; desde los años 50 para acá se han creado casi una veintena de variantes nuevas. Hoy estamos viviendo una época en la que se canta técnicamente bien, porque los alumnos suelen salir con preparación de las escuelas y academias, pero que se caracteriza por una escasa creatividad. El cante, en general, tiene que doler, y el fandango tiene hoy pocos representantes que lo consigan.

VALOR HISTÓRICO
Histórica y musicalmente, el fandango es la madre del 40 por ciento de los cantes flamencos

-¿Cómo se gestó y cómo se ha desarrollado la obra?

-La obra se gestó por iniciativa del maestro Luis Soler, que nos convocó a tres onubenses porque tenía el propósito de que escribiéramos un libro sobre el fandango de Huelva. Nos fuimos reuniendo periódicamente Manolo Romero Jara, Ramón Arroyo y yo y entre los cuatro fuimos construyendo el armazón de los contenidos. Y de cada reunión salíamos aportando nuevas materias a tratar y encargándonos de los capítulos que cada uno íbamos a elaborar. Ramón se desvinculó del proyecto porque significaba una carga de trabajo excesiva a lo que él realiza habitualmente e incorporamos a Faustino Núñez, porque necesitábamos que el libro tuviera, por primera vez, las partituras de los fandangos que constituyen el canon conocido. Al final nos ha salido una verdadera enciclopedia sobre el fandango. Tuvimos que suspender tres veces la presentación del libro, debido a las restricciones de la pandemia. Sin falsa modestia, es la obra más importante que se ha escrito hasta ahora sobre el fandango de Huelva.

-No ha debido ser fácil recoger la historia del fandango

-No ha sido fácil porque hemos partido de una base bastante limitada; algunos capítulos los hemos tenido que construir partiendo desde cero porque no había documentación del tema. Al fandango de Huelva le falta todavía investigación, aunque en los últimos 25-30 años se ha avanzado bastante. Nosotros trabajamos durante cuatro años en la elaboración de este libro.

– El fandango ya es un BIC, pero hace tiempo que no suena en las calles como lo hacía tiempo atrás. ¿Es por eso que reivindica la existencia de un Dia del Fandango?

-¿Tienes esa sensación, verdad? Bueno, es que han cambiado muchas cosas en la sociedad: ahora no se puede cantar de noche porque sancionan si se supera un límite de decibelios; en las tabernas sigue vigente el “prohibido el cante”; las peñas tienen el acceso selectivo; las fiestas privadas con flamenco casi se han perdido del todo… Son muchas las causas que han transformado el panorama cantaor. Al cante le iba bien el ambiente de antes: necesita copas, humo, trasnoche y nada de eso está permitido hoy. No; no son buenos tiempos para el cante como lo entendíamos antes. Y, sin embargo, los aficionados jóvenes escuchan y cantan, no hay más que ver cuántos se presentan a la veintena de concursos de fandangos que se celebran cada año en la provincia. Reivindico un Día del Fandango porque es hermoso que celebremos colectivamente una jornada cada año a poner en valor nuestro cante emblemático. El fandango es de la gente, del pueblo. ¿Te imaginas un día con quinientas, mil voces a la vez en nuestra geografía humana cantando por fandangos? ¿Qué pensarían los que ya se fueron al escucharnos cantar como un enorme coro en cientos de lugares en toda la provincia?

-La Diputación Provincial ha anunciado que hará una celebración el día 13 de junio…

-Pues me alegro mucho que las instituciones apoyen al fandango. Yo lancé en 2020 un “Manifiesto por un Día del Fandango”, pero dirigido a los aficionados, invitando a todos a cantarlo en las plazas, en las tabernas, en las peñas, en las calles… Cantar sin premios ni competiciones ni limitaciones, por el gusto de hacerlo, de celebrar la belleza de nuestro cante. Y lo situé el 13 de junio porque es una fecha de gran valor simbólico para el fandango: el día del nacimiento de Paco Toronjo y el santo de Antonio Rengel, los dos grandes. Ese día yo cogeré mi guitarra, buscaré a unos amigos y saldré a cantar fandangos. Y ojalá se mantenga, se haga tradición y todos los años se celebre el Día del Fandango, como pedía mi compadre Onofre López hace más de tres décadas. Un día al año para festejar al fandango.

-¿Qué tiene el fandango que gusta tanto?

-Si está bien cantado, lo que tiene el fandango es una capacidad de emocionar que pocos cantes le igualan. Y dificultad, eh? No vaya a pensarse nadie que es fácil cantar por fandangos. Siempre recuerdo lo que decía Pepe Marchena, al que le hizo un periodista esta misma pregunta que me haces tú, y el maestro le respondió: “A la gente lo que más le ha gustado siempre ha sido el fandango”. Marchena lo sabía por experiencia, porque se llevó cincuenta años en los escenarios emocionando a los públicos. Y por algo el fandango capitaneó los espectáculos de la ‘ópera flamenca’ durante treinta años seguidos.

-¿Qué encierran sus letras?

-Las letras de los fandangos tiene los versos justos para describir un secuencia coherente con una trama narrativa que redondea un pensamiento, una reflexión, un cuento cuyo destinatario es habitualmente la emotividad. La dosis justa para conmover al corazón o a la razón. Mira esta letra de José María de Soto: “En las fronteras del odio / paré yo mi jaca en seco / y le di a beber el agua / de la fuente del desprecio / pa que no se desbocara” . Y esta otra que cantaba Paco Toronjo: “Quiera Dios y no me falte / tu querer ni un solo día, / porque si tú te murieras / mi alma se moriría ,/aunque mi cuerpo viviera”. Manolo de Huelva, el guitarrista, le recomendaba a los cantaores que le pedían letras que fueran a buscarlas a Alosno, porque allí se han compuesto siempre letras de fandangos muy hermosas.

-¿Qué ha encontrado sobre el fandango que desconociera a lo largo de la elaboración del libro?

-Quizás lo que más ha sido constatar que en este tiempo estamos recogiendo los frutos de un acierto extraordinario, que fue el que tuvieron las Peñas flamencas con sus academias y las Escuelas al apostar por la enseñanza como inversión de futuro. De todas las generaciones de chicos y chicas que empezaron en los años 70 y 80 a aprender flamenco, poniendo siempre en el frontispicio de su educación al fandango, hoy tenemos una cosecha como nunca antes hubo en Huelva. Además de la que yo llamo “generación Arcángel”, porque él fue el primero que enfocó sus conocimientos a ser profesional del cante (Argentina, Sebastián Cruz, Rocío Márquez, Jesús Corbacho, Jeromo Segura), hay actualmente un centenar -digo bien: un centenar- de gente joven, entre 15 y 30 ó 32 años que están aprendiendo o actuando ya como artistas, y esto es verdaderamente espectacular. Pero hay algo en ese centenar de artistas o aspirantes a serlo que es revolucionario, y es que el 70 por ciento de ellos son mujeres, y eso nunca había sucedido en la historia flamenca de Huelva. Esto es revolucionario.

-Realmente, ¿se sabe cuántos tipos de fandangos hay?

-Esta es la pregunta del millón, ¿no? Pues no lo sé con exactitud. En los últimos tiempos se le ha dado reconocimiento de variantes a lo que no son más que versiones, y eso dificulta el recuento. Por ejemplo, del fandango de La Parrala hicieron los cantaores en los años 20 diez u once versiones, pero a cada una se le ha catalogado como variante personal. ¿Qué hacemos con el fandango que los jerezanos dicen que es de Manuel Torre, pero que es una versión del de la moguereña?, ¿y con los Rengel, Niño Isidro, El Carbonerillo, Tomás Pavón, Juana María…?, ¿los contamos como diez u once fandangos distintos o decimos que son versiones de uno solo, el de La Parrala? Por ejemplo, ¿le damos el visado de canónico a un fandango bailable de Adela la Chaqueta que suena a Huelva pero que mezcla tercios de varias variantes? ¿El fandango campero de la Niña de la Puebla es de Huelva, lo acogemos como propio o no? ¿Y los que fueron compuestos como partituras para orquesta y luego se han cantado? Cuestión compleja, ¿eh?, cuestión que necesita estudio, acuerdos, consensos… En fin, que a mí me salen alrededor de 70, pero pueden ser más. O menos.

-Además de la incontestable figura de Paco Toronjo, ¿quiénes han sido los que más alto han llevado al fandango de Huelva? ¿Y quiénes son los que más han aportado, si no son los mismos?

-Los conocidos como “Los cuatro puntales”, es decir, José Rebollo, Paco Isidro y Antonio Rengel como principales creadores, Paco Toronjo como personalidad gigante del fandango, y luego una serie de intérpretes, entre los que están algunos salidos de las Peñas y otros alosneros que han mantenido al fandango en unos niveles muy altos.

-¿Cuál es su fandango preferido?

-El valiente de Alosno. Recio, bravío, austero, poderoso, sincero a carta cabal. Nadie puede permanecer insensible ante un fandango valiente de Alosno.

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