– Hola, soy la peluquería de la esquina, ¿puedo entrar a tu casa, a ver cómo vives, quién es tu familia, quiénes tus amigos, qué cosas te gustan?
– ¿Comorrr? Para empezar, si eres una peluquería no sé qué haces hablando. Las peluquerías no hablan. Para terminar, ¿quién te manda a ti inmiscuirte en mi vida?
Esta situación, inimaginable en el mundo real, se repite casi cada día en la red social por excelencia, Facebook, en la que parece que todo el mundo sabe lo que hay que hacer para ‘venderse’, sin pensar
en que, antes que cualquier otra cosa, se trata de COMUNICAR. Ya he tratado en algún post lo que considero una trampa muy común de quienes pretenden ganar ‘adeptos’ a una marca o un establecimiento: crear perfiles personales en lugar de páginas. Bien por ignorancia, bien porque resulta cómodo, se crean perfiles de empresas, productos o servicios, realizan centenares de solicitudes de amistad y entran de golpe en la vida más o menos privada de cada cual. Quizás enfoqué el asunto en una sola dirección, de modo que llega el momento de decirte a ti, empresa, por qué debes crear una página en lugar de un perfil de Facebook.
Por responsabilidad. Una empresa que no cumple las normas no tendrá nunca mi confianza, e imagino que tampoco la del resto de consumidores. La responsabilidad social es algo más que la elaboración de una memoria anual o un paripé mensual. Si estás en Facebook debes saber que no es tu página web o tu blog. No eres su dueño, y que por tanto tienes que cumplir con sus normas, que son muy claras al respecto. En sus diez Principios, se llega a mencionar hasta once veces la palabra personas. En su Declaración de derechos y responsabilidades (o ‘términos de uso’), Facebook exige que los usuarios den siempre su “nombre e información reales”, y establece la diferenciación entre usuarios y páginas, estas últimas orientadas a empresas, organizaciones o celebrities, que cuentan además con unos términos de uso propios. No hay lugar a dudas sobre quiénes son los destinatarios de los perfiles de Facebook, y quien los usa con otro fin está incumpliendo unas normas que ha aceptado previamente. Ninguna empresa responsable hace eso.
Por posicionamiento. Una página en Facebook es indexada en su totalidad por Google y otros buscadores. Los perfiles, no. A estas alturas no hace falta explicar por qué hay que estar bien posicionado en Google, pero sí aclarar que cuanta mayor presencia en el buscador por excelencia, tanto mejor posicionamiento en el ranking del propio Facebook.
Por posibilidades de personalización. Las páginas de Facebook, al contrario que los perfiles, permite numerosas opciones de personalización a través de las pestañas Fbml, un html tuneado por el equipo de Zuckerberg que facilita hacer cosas como esta (o como esta). Hasta hace poco existía el límite de un solo Fbml por página, pero ya pueden usarse las pestañas personalizadas que se quieran. Hay además otros muchos widgets y aplicaciones específicas para hacer las páginas más atractivas y útiles.
Por un millón de amigos. Facebook no permite tener más de 5.000 amigos en los perfiles personales. Es muy posible que ni siquiera tengas intención de llegar a tantos fans, pero no hay por qué ponerse límites previos, ¿no?
Por presencia: Tus publicaciones en el muro de tu página aparecerán siempre en las últimas noticias de tus fans. Muchas veces te habrás preguntado por qué no ves ninguna de las publicaciones de determinados amigos y, sin embargo, ves muchas de otros. El argoritmo que utiliza Facebook para mostrarte o no determinadas publicaciones es un auténtico misterio para mí (llevo meses buscando alguna teoría que no se venga abajo al día siguiente). Con las páginas, este problema deja de serlo porque aquellos que han clicado en el Me gusta de tu página van a ver todo lo que publiques. Que les interese o no ya es cosa de lo que les ofrezcas.
Por audiencia: Las páginas son abiertas a la Red, esto es, no se requiere tener una cuenta en Facebook para ver el contenido de la misma (sí para publicar o comentar, obviamente), por lo que la información que publiques estará disponible para cualquier usuario de Internet.
Por información: Las estadísticas de Facebook sólo están disponibles para las páginas. Gracias a ellas tendrás una gran cantidad de información imposible de conocer de otra forma: número de visitas, grado de interacción de los usuarios con nuestra marca o incluso el nivel de impacto conseguido con las publicaciones de la página.
Podrían enumerarse algunas razones más, de peso, para que te decidas por una página en lugar de un perfil para tu empresa. Baste solo una más: no tendrás que estar entrando y saliendo de tu perfil personal cada vez que quieras publicar información de tu empresa en Facebook, ya que a través de tu propio perfil podrás gestionar las páginas que quieras.
No entres en la vida de los demás. Si generas contenido de interés en tu página serán ellos quienes quieran conocer tu empresa y recibir información. ¿Hay mejor forma de hacer amigos para tu marca?
Sumamente de acuerdo. Excelente aporte.
Gracias, Arturo. Por desgracia, los perfiles personales para empresas siguen extendiéndose en lo que sin duda es un error.
Gracias por leer el blog.